Buenos días querida hermana, hoy se cumplen los primeros 6 meses después de compartir contigo tus 56 años, unas veces cerca, otras de lejos, unas amigas, otras no tanto, pero 56 es mucho tiempo juntas como para que tu ausencia no deje un gran vacío.
Me fallan las fuerzas, las ilusiones en este momento no bastan, la salud no me acompaña y me tiene inmersa en mi burbuja de silencio, los pinceles pesan, los lienzos se sienten como mis piernas, cansados, se arrastran y solo quieren contemplar el mar.
Aunque te he dicho que no me haces falta, que eres libre para vivir tu nueva vida estés donde estés, siento la necesidad de tu hombro para apoyarme, tus oídos para escucharme, tu todo está bien para creérmelo y sobre todo tu alegría y optimismo para contagiarme.
Desde que te has ido, la vida me ha puesto a prueba, se que es transitorio, que después de la tormenta llega la calma, que a las vacas flacas le siguen las gordas y que todo es una gran lección que quiero aprender, solo que sería mucho más fácil contigo cerca. Eres mi amiga con el mismo desorden mental (como el cartel que corre por facebook) para las risas y las locuras, para las puestas de sol, para el apoyo físico y moral, para poner en orden las ideas, para estar ahí siempre que me has hecho falta.
Estos seis meses han pasado como un suspiro, si era ayer que disfrutaba de tu compañía a la puesta del sol, ayer los problemas eran menores al compartirlos contigo, las risas mas grandes al duplicarlas con el eco de las tuyas. Fue ayer que jugábamos en el Pas o en la higuera, ayer cuando eramos niñas y presumíamos por la calle volviendo de la playa y escondíamos un tirante de nuestro bañador para imitar a las mayores y así sentirnos divinas de la muerte.
Ayer, fue tan intenso...
Mándame tu fuerza Silvia, que aquí te echo mucho de menos.
Te quiero hasta siempre hermanita!!!!