top of page

Cartas a Silvia 33ª - Añoranza de complicidad


Hola hermanita,

Hace tiempo que no te escribo, tú sabes que no te olvido y que sigues presente en mi día a día, hoy necesito decirte que estos últimos días de primavera noto mucho más tu ausencia.

Me digo que no te necesito, que puedo seguir adelante yo sola, además no siempre hemos tenido la complicidad de los últimos años, ni hemos estado tanto juntas. Es cierto que puedo sola, pero...

Me falta mi compañera de risas idiotas, de risas de nosotras mismas, añoro compartir de tu a tu ese sentido del humor que heredamos de nuestro padre, cínico, loco, sin miedo, echo de menos compartir esa rebeldía por lo establecido, ese compartir sentirnos únicas, en este paisaje único, donde se escucha el silencio y la paz es el premio

Me falta esa compañera de lágrimas, pero eso no me preocupa, llorar sola es bueno, la compañera alegre y positiva es la que me falta sin remedio. Eso lo hemos hecho muy bien juntas desde siempre, saber divertirnos, con poco, cualquier excusa valía para encontrar el lado divertido de la vida.

Somos, eramos, seremos, muy diferentes, no estábamos de acuerdo en todo ni mucho menos, pero sabíamos ver la vida con el mismo color de cristal, creo que el naranja, vital, alegre, optimista.

Y me siento apagada, no se compartir conmigo misma esa complicidad y me falta la risa...

No te preocupes por mi, no me faltan ni las ganas, ni la ilusión, en unos días viene Anna y con ella siento la misma conexión, aprovecharé a cargar las pilas de la alegría a tope, con risas y complicidad como hacíamos nosotras.

Esa pilas que mueve la vida, la ilusión y el empuje para adelante y te hace despertar con una sonrisa por muy nublado que esté el día.

Te echo de menos Silvia, te echo de menos como hermana y amiga.

Hasta siempre en mi corazón.

No hay tags aún.
bottom of page