TIEMPO DE FLORES, MOMENTO DE RENOVACIONES
- Makamen Bou
- 18 abr 2015
- 3 Min. de lectura

Ayer fué tarde de tormenta que le vino muy bien a la naturaleza, aunque me hubiese gustado más hacer las fotos con la luz del sol, estas tienen su encanto húmedo.
Me he tomado unos días de desconexión para "renovar" mis pensamientos, el cuerpo me pedía descanso (aún lo reclama un poco) y mi alma deseaba tierra, soy capaz de perderme contemplando la belleza que crea la primavera. Las golondrinas vienen y van sin descanso a sus nidos mientras llenan de música el aire con sus conversaciones, cuando he vuelto de al suelo, me he ensuciado las manos con la tierra para crear pequeños rincones de vida nueva.

Tengo la suerte de tener un pequeño patio/jardin a la entrada de casa, las maravillas de vivir en plena naturaleza, que he ido arreglando poco a poco a base de bricolage. Las maderas del suelo son recicladas y al rededor fuí poniendo piedrecitas recogidas en la playa, seleccionadas para que fueran similares de tamaño y lo más blancas posible, aquí me ayudo una buena amiga a cargarlas. La hamaca fué recogida de un container pues el asiento estaba roto, así que aproveché una tela que me traje hace años de Turquía y con una buena grapadora, asunto arreglado, eso sí, espero que el sol quite las manchas, esa parte era la que estaba grapada, por suerte la tela era muy larga y la he tenido que reutilizar ya que un señor jabalí quiso tumbarse en ella y la tela no aguantó.

Los sillones van a tener que recibir un tratamiento intensivo o buscar nuevos, como rascador gatuno es una maravilla, asi los han dejado que parecen más un plumero que unos buenos sillones de mimbre, no se si aguantarán mucho al sentarme yo o algún que otro invitado mientras sigo pensando y algo se me ocurrirá, a Frijki que ha querido salir en la foto desde luego no le importa, encima del cojín está de lujo. Al fondo se ve la zona de comedor gatuno, necesita un pequeño retoque para que quede funcional y más mono, no me acaba de gustar, pero aún no se me ha encendido la bombilla.

Desde aquí se ve también la zona comedor gatuno, debajo de los asientos tienen cojines que utilizan mucho, queda pendiente de mejorar el sistema pues con la lluvia se mojan y no es plan. La palmera que puse en un tiesto, estaba plantada en medio de este pequeño jardín y como no hacía nada más que pincharme y molestarme, la transplanté y parece que le gusta, por cierto, acabo de leer que es altamente tóxica :( se llama Cycas Revoluta
Y en la última foto, mi rincón preferido, la zona chill-out esperando que lleguen un montón de cojines de colores para hacerlo más acogedor, velas que no se aprecian en la imagen y algún retoque más, de momento a María le encanta posar para la foto, aunque la verdad es que no es la única que lo disfruta. La colchoneta de playa me regalaron y que de momento cumple su función, ventaja es que si se moja seca muy rápido.
La cajita de fresas que reciclé pintandola de azul, con sus flores me gusta mucho como ha quedado, tengo unas cuantas más a punto para darles una mano de pintura sin saber muy bien que saldrá, de momento una más me ha servido de tiesto para plantar hierba gatera hoy mismo.

Y hasta aquí mi reportaje, otra forma de usar los pinceles, la pintura y la creatividad estos días, renovarme y disipar mis pensamientos.
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