CARTAS A SILVIA - 26ª ¡HACE FALTA TAN POCO PARA SER RICO!

Buenos días hermanita,

Vuelvo a tener un regalo de día, es un lujo gratuito poder contemplar la naturaleza, me quedo extasiada viendo tanta belleza sin más. Alimento para el alma.

¡Ay!! , hoy mis gatos no me dejan escribir, los tengo encima reclamándome caricias y no consigo coger el hilo de la carta, casi están encima del teclado, en un momento dado siguen ellos escribiéndote.

En la próxima vida me pido ser uno de ellos, no tienen más preocupación que su comida, unas buenas caricias y las siestas al sol. Les gusta un buen sofá o la cama de 150 para ellos solos sobretodo después de mullirla bien, pero si no hay, unas buenas hojas secas bajo un matorral son ideales para acurrucarse. Algunos te dirán que malviven en las calles, pero todo depende de la clase de humano que tengan cerca, los que conozco viven muy bien.

Vaya, se me ha cortado la inspiración y además lo que me da vueltas en la cabeza hoy, no es fácil de contar. Pienso en las cosas materiales a las que nos aferramos y que las circunstancias nos arrebatan, en esta época de crisis, es el pan nuestro de cada día y llego a la conclusión, que lo difícil no es la perdida, si no aceptar que hay que adaptarse a un nuevo modelo de vida y no sabemos. Ya hay mucho escrito sobre el tema, pero aún así, cuesta.

Pienso en la de veces que echamos las culpas fuera y solo está en nuestras manos poner el remedio.

Y como las palabras no quieren salir, te dejo un bonito escrito sobre LA ABUNDANCIA en el que te das cuenta de que es la riqueza... y si, soy rica, soy muy rica hermana. La abundancia no es el dinero que tienes en tu cuenta bancaria, los trofeos que hay en tu estantería, las letras que vienen después de tu nombre, la lista de metas cumplidas, la cantidad de conocidos que tienes, tu cuerpo perfecto, o tus fervientes admiradores. Es tu conexión con cada respiración, qué tan sensible eres al titileo de cualquier sensación y emoción en el cuerpo. Es el gozo con el que saboreas cada momento único, la alegría con la que saludas cada nuevo día. Es conocerte a ti mismo como presencia, el poder que crea y mueve a los mundos. Es tu corazón abierto, qué tan profundamente te permites ser tocado por el amor cada día, tu disposición para abrazar, para acoger todo lo que necesita ser acogido. Es la frescura de cada mañana, libre de la carga de la memoria o de las falsas esperanzas. Es la sensación de la brisa de la tarde en tus mejillas, el sol calentando tu rostro. Es encontrarte con los demás en el campo de la honestidad y la vulnerabilidad, conectándote más allá de la historia, compartiendo lo que está vivo. Es tu arraigo en el momento presente, reconociendo que siempre estás en Casa, sin importar lo que pase, sin importar lo que se haya ganado ni lo que se haya perdido. Es tocar la vida en el momento de la creación, nunca viendo hacia atrás, sintiendo cómo se mueve el vientre en agradecimiento a cada respiración. Es caer de rodillas en asombro, riéndote de todas las historias que se cuentan, sumergiéndote más profundamente en el descanso. Es la simplicidad. Es la bondad. Es tú, antes de cada amanecer, fresco, abierto, listo... y despierto. ¡Eres rico, amigo! ¡Eres rico! - Jeff Foster

Gracias por presentarmelo, es grande, como tú, te quiero Silvia!!!

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