CARTAS A SILVIA - 18ª LA MADRE NATURALEZA

(Nanu y Bebé)

Buenos días hermana,

Ha amanecido el día gris y sigue siendo bello, el mar y el cielo lucen el mismo color y se oye el silencio, se respira paz.

Hoy te quiero contar otras cosas, explicarte como sigue la vida por aquí, seguro que ya lo sabes y te sientes feliz.

Mis pensamientos matutinos se han ido hacía la madre naturaleza que nos envuelve. Tuvimos la brillante idea de venirnos a Port, donde se vive de otra forma, no hay prisas, el estrés se diluye con solo mirar el paisaje, sobre todo en invierno, el mes de agosto es arena de otro costal. Un lujo que no cuesta dinero.

Por eso te traigo un vídeo de Nanu, mi pequeño discapacitado, un ejemplo de superación, que después de cinco años juntos me sigue sorprendiendo. Ellos, mis amigos los gatos, tienen un contacto más directo con la tierra que nosotros, viendolos he llegado a la conclusión que son seres sabios y espirituales, ellos si que saben.

Aunque siempre están alertas por si un peligro se acerca, no dejan de disfrutar tumbandose un buen rato al sol, son los reyes del placer, como se entregan y ronronean casi extasiados por unas buenas caricias o cuando se asean entre ellos, juegan como niños sin importar la edad y son maestros ante el dolor, la enfermedad o la muerte, aceptan el momento, estoy segura que su estado mental es de desconexión con su cuerpo y no sale ni una queja. Son seres nobles y libres, nada que ver con su leyenda negra.

Seguro que podría decir cosas parecidas de otras especies en libertad, pero a los que he conocido bien es a estos pequeños felinos, los perros, el mejor amigo del hombre, no son tan libres como ellos.

Volviendo a Nanu que es quien me ha inspirado hoy tu carta, protagonista del vídeo, con más de cinco años de edad y grandes dificultades de equilibrio y coordinación de movimientos, juega con Bebé, el gato más joven de casa que se unió a nosotros por voluntad propia. No hay diferencia de edad en sus juegos, no hay diferencia de capacidades entre los dos, disfruto viendo su espiritu de superación, cuando algún amigo viene a casa y lo ve, siente pena, yo le digo que no la sienta, él es feliz y no se ve distinto a los demás pero le reconocen su dificultad y lo tratan con respeto y cariño.

Como ves hermanita, estoy bien rodeada, cuando asoma la tristeza los acaricio y me llenan del amor que necesito para acordarme de que tu ausencia es no es tal, solo un cambio de tiempo.

Nos vemos en mi pensamiento mientras pongo en marcha el día.

Te quiero hermanita. Hasta luego!!

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