CARTAS A SILVIA - 16ª PASANDO EL DUELO
- Makamen Bou Miro
- 1 feb 2015
- 2 Min. de lectura
(Posada sobre el mar en calma y bien anclada para no ir a la deriva)
Buenos días Silvia, buenos días querida hermana,
Que bien me sienta escribirte una mañana más. Hoy el día también va a ser radiante, sigue soplando tramontana fría, de esas que te cargan las pilas y deja la atmósfera limpia y muy luminosa. Vamos, el día promete.
Ayer fue muy activo, hace tres semanas no habría dado las vueltas que di de un lado a otro, me doy cuenta de que me había recluido en exceso, soy consciente de que tengo un punto ermitaño, pero tal vez era demasiado. La mejor forma de pasar la tristeza es aparcar a la pereza, fue muy reconfortante estar con mis nuevos amigos, tus amigos, que me acogen con los brazos abiertos y con los que puedo abrazarte. A los que confesé entre risas, creo que Silvia me ha poseído y me saca de casa, lo que si nos quedó claro, es que tu nos habías reunido en una bonita velada en la que estabas presente.
Y sigo bien, estoy bien, dentro del proceso que he de pasar, claro. Ayer busque en google los procesos del duelo al darme cuenta de que voy sufriendo cambios, en esta fase tengo menos energía física y hasta me he constipado, supongo que por presumir hace pocos días de que casi nunca lo hacía, ves, no se puede hablar. A pesar de sentirme así no me quedo recluida, ni mucho menos, me apoyo en las personas que me has dejado cerca y las que ya tenía y todas me ofrecen su mano, que suerte tengo de poder contar con ellas y como te agradezco que lo hayas propiciado. A veces creemos que has ido preparando el terreno y lo has dejado organizado. Ya podías haber tardado más y quedarte con nosotros mas tiempo, ¿no?
Ves, mi discurso es diferente al de hace unos días, me molesta que te hayas ido, me molesta no tener tu compañía física, no sufro por ti porque haya lo haya después de la muerte, suponiendo que nos espere el vacío total, cosa que no creo, tu estás bien, en el peor de los casos no te enteras de nada, no te falta nada, es aquí donde te echo de menos, donde nos haces falta. Y acepto lo que siento, porque eso si lo he aprendido contigo, que enfadarte contra lo irremediable, solo produce dolor y rabia y un desgaste de energía que solo va en tu contra y no solucionas nada.
Lo que no cambia es mi AMOR en mayúsculas, se recarga constantemente en contacto con la vida (entiéndase vida, por toda la creación) a ti te quiero más que antes, aunque tal vez debería decir que soy mas consciente de quererte, cuando pierdes a alguien te das realmente cuenta del valor que tiene. Por suerte, aunque no tan alto y tan claro como lo hago ahora, te lo había dicho y se que aún lo sientes.
Y ahora, aprovechando la maravillosa luz de este pequeño paraíso que tuve la suerte de compartir contigo, voy a coger mis pinceles y dejar que me lleven al otro lado del espejo, donde fluye la magia y todo es posible.
¿Te vienes? Te quiero hermanita, gracias por estar conmigo.
Comments