top of page

CARTAS A SILVIA 10ª SIENTO PAZ

  • Foto del escritor: Makamen Bou Miro
    Makamen Bou Miro
  • 25 ene 2015
  • 3 Min. de lectura

(En paz, como el mar en calma)

Buenos días Silvia,

Hoy de madrugón, son las 6 de la mañana y ya llevo más de una hora despierta. No se si es la edad, dicen que cuando te haces mayor necesitas menos horas para dormir, si es la motivación para pintar y estar activa o un resquicio de inquietud de saber que no estás presente. En todo caso, es lo que es y tengo el privilegio de seguir un horario y si más tarde me caigo de sueño podré echar una cabezadita. El viento sopla fuerte y no es que ayude a conciliar el sueño, así que hoy me tienes más temprano.

Te he de confesar que mi mente no acaba de reconocer que no me voy a encontrar contigo por la calle o vamos a quedar para disfrutar del paisaje desde una terraza, sin embargo estas presente continuamente y tu recuerdo me hace sentir PAZ.

Hoy me viene a la mente el apego, esa necesidad de personas y cosas que nos hace sentir mal cuando nos negamos a dejarlas marchar. Creemos que cubren necesidades importantes, sin darnos cuenta de que todo lo que necesitamos está en nosotros mismos.

Tu y yo habíamos llegado a una relación en la que el respeto y la libertad de ser nos unía, podíamos vernos o no, llamarnos o tampoco, pedir ayuda sin miedo si la necesitábamos o aceptar un NO sin enfadarnos, podíamos reírnos de nosotras mismas o de la otra sin que nos sintiéramos ofendidas. Echo de menos compartir estas vivencias, pero no te necesito, por mi parte se feliz donde estés, no dependo de ti.

Esto lo he aprendido contigo, esta visión de mi misma es nueva, después de un primer momento de pánico pensando que haría si no tú no estabas conmigo, me di cuenta de que te necesitaba por puro egoísmo, era el miedo a enfrentarme sola a mi realidad, que perdía tu apoyo y no lo hacía pensando en ti, pensaba en mi. También me dí cuenta de que eras el apoyo físico para muchos de nosotros, que te dabas con generosidad y que había llegado el momento de tu descanso y de que cada uno de nosotros tomara las riendas de si mismo, tu nos has dejado muy buenas herramientas para saber como hacerlo.

Por eso estoy llena de paz, por el amor que siento, por el amor que recibo, porque he perdido el miedo y me siento con fuerza. Paz porque te siento cerca, grande, amada y en libertad. Paz porque entiendo tus consejos de estar presente en el momento y veo con otros ojos la belleza a mi alrededor. Paz porque no hay conflicto. Recuerdo uno de tus ejemplos cuando yo estaba mas perdida que nunca. No es literal pero me dijiste algo así, “La vida es como un rio, si te dejas llevar por la corriente puedes disfrutar y contemplar la belleza del paisaje, si nadas contra corriente, te agotas o no llegas a ninguna sitio.”

Me siento tan orgullosa de ti hermana, tu cuerpo ya no está pero nos has dejado tan impregnados de tu esencia que no nos lo parece. Ayer hablaba con mamá, le cuesta más aceptarlo, es normal, intenté consolarla haciéndole ver que le habías dejado una familia a su alrededor tan unida y llena de amor, que a pesar de no verte estabas ahí. Se que aunque la tristeza no se va, a ella le reconforta.

Un beso cariño, mañana te escribo otra carta, TE QUIERO!!

 
 
 

Comments


bottom of page