CARTAS A SILVIA, 4ª SAN AGUSTÍN
- Makamen Bou Miro
- 19 ene 2015
- 3 Min. de lectura
(Simbolo de la puerta que se ha abierto conectando dos corazones)
Buenos días Silvia,
Me he despertado muy temprano, igual demasiado y todo, pero no porque me angustie o me desespere, me despierta la edad y el lavabo por un lado, claro y la tristeza de saber que no te voy a ver, pero entonces me “hablas” más que yo suelo hablarte, que ya es decir y deseo escribirte. Me ayuda a ordenar toda la información que recibo de tí y que quiero compartir con todos, se que lo quieres así.
Mientras te estaba pensando, quería buscar a Jeff Foster y su escrito sobre la despedida a un ser querido que me pasaste cuando se fué Nala, por cierto, dale un beso, para ilustrar lo que siento y que mi ego se sienta tranquilo, demostrando que no me he vuelto “chalada” como diría mamá. Pero antes de hacerlo, me encuentro que la prima Adela me ha pedido amistad en Facebook y te ha dedicado esto:
"La muerte no es nada. Sólo he pasado a la habitación de al lado. Yo soy yo, vosotros sois vosotros. Lo que somos los unos para los otros seguimos siéndolo. Dadme el nombre que siempre me habéis dado. Hablad de mi como siempre lo habéis hecho. No uséis un tono diferente. No toméis un aire solemne y triste. Seguid riendo de lo que nos hacia reír juntos. Rezad, sonreír, pensad en mi. Que mi nombre sea pronunciado como siempre lo ha sido, sin énfasis de ninguna clase, sin señal de sombra. La vida es lo que siempre ha sido. El hilo no se ha cortado. Porque estaría yo fuera de vuestra mente? Simplemente porque estoy fuera de vuestra vista? Os espero, no estoy lejos, sólo al otro lado del camino. Veis? Todo está bien"
Joer, ha dado en el clavo.
Desde que tu cuerpo ha dejado de ser un lastre por decirlo de alguna forma, siento una conexión más fuerte contigo, no eres un fantasma, ni una voz en mi cabeza, ni nada de lo que sale en las películas fantasiosas o de terror. No. Es nuestra empatía que nos mantiene en conexión, por poner un nombre en conexión espiritual. Es posible que sea mi consuelo para que no me duela tu muerte, pero creo que no, no es un estado mental, no es mi razonamiento quien me aporta estas creencias, es que lo siento así y me asombra la grandeza de lo que somos, empiezo a entender porque formamos parte de todo. Y tú estás ahí.
Para describirlo de forma que se entienda, es como si tu hubieses traspasado una puerta, que ha quedado entreabierta y cada una en nuestra habitación podemos sentirnos. Es como si me estuvieses contado que ves, que sientes y que me confirmas que tus creencias sobre lo que somos, son mejores aún de lo que pensabas. Y me has quitado el miedo, se ha ido con tu cuerpo, bueno, queda un pequeño resquicio por ahí que desaparece al instante en que te siento. Curioso, no? No, GRANDE!!
Me quedo con la frase de San Agustín, que he repetido una y otra vez mientras te hemos llorado y querido estos días en el que nos haces falta, no puedo decir de despedida, porque no ha sido así, días acompañandote. si. Volviendo a la frase que me pierdo, he repetido una y otra vez, todo está bién, me la has dicho un montón de veces cuando hemos “filosofado” juntas, intentando entender lo que es la vida y resulta que aparece hoy para reafirmarlo, es verdad que no hay casualidades, todo aparece en el momento que lo tiene que hacer.
Quiero seguir aprendiendo, has pasado a un nivel superior y quiero entender lo que me dices, no quiero perder esta conexión porque es de lo más bonito que me ha pasado en esta vida. Entender que la muerte puede llegar a ser un acto de amor, un remanso de paz sin dejar de ser. casi me parece increíble de lo grande que es. Lo que no es increíble, es lo grande que eres tú y no sabes cuanto te agradezco que me hagas sentir así.
Te quiero hermanita y contigo, quiero más a los demás y a todo lo que me rodea. Gracias una vez más y hasta luego!!!
Pd: He quedado con tu hijo Mai para echarle una mano, y luego me pongo a pintar, te lo prometo ;)
Comments